“Esto tendría que funcionar. Yo no voy a dedicarle tiempo”

Mi cliente tenía un inconveniente con los datos generados en un reporte. Y la “culpa” era de otro área, que había parametrizado mal.

Si me quedo con el “deber ser” (que es el que creo yo), puede ser que me quede con el problema y no sepa cómo resolverlo, en función a mi objetivo .

Muchas veces, desde ese pensamiento (formado por nuestra historia, la cultura, nuestra biología, la crianza, nuestra experiencia) nos estamos limitando, sin darnos cuenta.

Lo importante justamente es ese darnos cuenta (si es que para nosotros representa un problema), para poder salir de ello encontrando alternativas a acciones que, hasta el momento, no nos han funcionado.

¿Y cómo hacerlo? Hoy menciono 3: 1. Generar el contexto para mantener conversaciones con los otros involucrados en ese problema. De nada servirá si es a las apuradas, con otros 1000 temas, o incluso en un pasillo. 2. Preguntar. Indagar. Pedir datos y otorgarlos fundando lo que se dice. Un “me parece”, “dijeron”, “creo que” de mucho no servirá. Escuchar lo que dice el otro. 3. Tener como premisa el llegar a un acuerdo para resolver la cuestión en conflicto, analizando los costos/beneficios de las soluciones propuestas.

Y, como plus: hacer cosas distintas, en cualquier ámbito de nuestra vida. Si hacemos siempre lo mismo… tendremos +/- los mismo resultados.