“Ir todo el día es perder el tiempo. Si voy, al mediodía me vuelvo”

Esto que me contaban, me hizo reflexionar sobre cómo buenas intenciones, pueden tener un efecto no deseado en otros, y cómo podríamos ejecutar acciones que las minimicen.

Se organizaban una jornada para hablar de la nueva normativa en seguridad. ¿y si hubieran explicado la importancia que tenía, en el día a día laboral de cada participante, estar al tanto de ella? ¿y si hubieran preguntado alternativas de días/horarios para que no coincida con los momentos de mayor nivel laboral de las otras áreas? ¿y si hubieran comunicado de manera más personalizada, apelando a la curiosidad?

Cuando queremos comunicar, nos ayudaría mucho más establecer y fomentar relaciones que nos permitan conocer las necesidades del otro.

Porque, en éstas circunstancias, el objetivo de capacitar a los empleados se habrá cumplido con “un tilde”, pero pocos habrán aprendido. ¿y lo que se busca es un tilde, o que aprendan?