Sé tu propio líder
- Rosana
- 1 jun 2021
- 2 Min. de lectura
A todos nos gustaría "tener un buen líder". Un jefe en quien confiar, que nos inspire, que tenga las respuestas a cualquier pregunta. Que tenga muy en claro qué quiere lograr, a dónde va el equipo. Que se interese por nosotros, nos escuche, nos pregunte "¿cómo estás?" o el famoso "¿en qué te puedo ayudar"? (ver serie new amsterdam.. :) ).

Y por casa... ¿cómo andamos?
¿Qué estamos haciendo nosotros, en nuestro día a día, para SER ese líder que queremos ver en otros?
Te comparto 4 aspectos que podes revisar, para convertirte en aquello que querés ver en otros (¿y por qué no, en vos primero??)
1. Chequeá lo que decís, cómo lo decís, y sé responsable por el efecto de tu comunicación.
Las palabras producen realidades.
No da lo mismo contestar mal, que ser amable. No da lo mismo quejarse, que plantear un problema y aportar soluciones. No da lo mismo "ser muy claro en lo que digo", que averiguar cuánto de lo que transmitimos, entendió el otro.
2. Ocupate de generar buenas y positivas relaciones de trabajo. Nadie te pide que seas amigo de todos, ni siquiera de una persona del trabajo.
Pero si queremos ser parte de un "buen clima de trabajo" es hora de que entendamos de que es entre todos. Que saludar, nunca va a estar de más. Que compartir un café, interesarte por la tarea que lleva a cabo, por lo que estudia o sus hobbies, es parte de entender al otro con el cual hacés tareas que tienen puntos en común. Que es un muy buen ejercicio para la escucha. Que se conocerán, y quizás descubren cómo ayudarse.
3. Aprendé a planificar. ¿Te lo tienen que decir todo otros?
Vos sos responsable de tus propios objetivos, de lo que querés lograr en tu desarrollo profesional. De hacer cada día, algo que te acerque a cumplirlos. De medir, para saber si estás avanzando o tuviste dificultades.
De idear, y sobre todo, ponerlo en práctica a través de acciones concretas.
4. Motivate. Es muy lindo y gratificante cuando otros te reconocen por lo que hiciste.. pero a veces, eso no está, o no llega cuando te gustaría. Entonces, evaluá vos tus propios logros. ¿Finalizaste a tiempo el informe? Felicitate. ¿Pudiste leer todos los emails pendientes? Un aplauso. ¿Descubriste una manera de hacer más fácil tu trabajo? Mejor todavía. Son avances en tu propio crecimiento profesional. En ese, o en otro trabajo.
Cuando logras un paso, quizás es que podés ir por objetivos más ambiciosos (los propios). Quizás es que descubrís habilidades que no sabías que contabas. Desafiate. Andá por más.
Y así, siendo vos tu propio líder, ¿para qué buscarlo siempre en otros? Si está, mejor aún. Pero un líder, primero tiene que serlo para sí mismo.. porque lo que decimos, se tiene que ver reflejado en lo que hacemos.
¿Qué pensás vos?
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