Hacer lo que me guste, o que me guste lo que hago
- Rosana
- 1 jul 2021
- 2 Min. de lectura

. Cuando pensar en comenzar con tus tareas de trabajo es un sufrimiento.
. Cuando te cuesta el lunes (y el martes, y el resto de la semana).
. Cuando pensar en participar de una reunión con tu jefe te da dolor de cabeza.
Cuando ya no tenés más ganas, cuando no tenés energía, cuando te das cuenta que todo es una queja... ALTO. ¿Alguien te está obligando? ¿Alguien te está haciendo todo eso a propósito para que lo pases muy mal? ¿Alguien te está presionando porque esa es tu única opción? NO.
Entonces, mi propuesta es que comencemos a poner perspectiva.
Que empecemos a cambiar el foco. Que pongamos todo en un contexto mayor, donde sí hay motivos por los cuales continuar con esa tarea, con esa actividad, con ese trabajo, pero reformular aquello que nos decimos, y ampliar nuestra mirada para encontrar sentido en aquello que hacemos cada día.
¿Cómo? Te comparto 3 cuestiones simples de las cuales te podés ocupar:
1. Hacé algo con tu hoy, porque en esa espiral negativa, difícil ver algo bueno (aunque lo haya).
. Una actividad semanal que te den ganas (muchas) de hacer (sea, o no del trabajo): agendala. Hacelo. Cumplilo. Y conectá con cómo te sentís en ese momento.
. Una actividad diaria que te hace feliz. Que te conecta con algo bonito. Que te da alegría. Hay, y seguro, mucho más que una.
. Asegurate de que en tu entorno, en lo que ves/oís muy frecuentemente, existan personas con mínimas quejas y mínimas excusas.
2. Amigate con el motivo por el cual continuas en ese trabajo (insisto, nadie te está obligando a que esa sea tu única opción).
. ¿Es porque tenés un sueldo a fin de mes? Genial. Conectá con lo que ese ingreso mensual a vos te permite lograr.
. ¿Es porque accedés a beneficios que te gustan? Muy bien. Aprovechalos. Disfrutalos. Hacé un buen uso de esa posibilidad.
. ¿Es porque te presenta desafíos, porque estás aprendiendo algo nuevo, porque te suma a tu desarrollo profesional? Ok. Tenelo presente y miralo como parte de tu crecimiento: lo que aprendas, sean habilidades o problemas que vas resolviendo, es para vos. En ese, o en otro trabajo.
3. Cuando estés listo... preguntate (ahora sí)
. ¿qué es lo que quisieras estar haciendo? (muchas veces, no lo sabemos)
. ¿qué te detiene? (seguramente, miedos hay por ahí).
. ¿qué estás dispuesto a hacer? (aquí, la gran clave :) ).
Para mí, es una utopía pensar que siempre vamos a estar con una motivación alta en todo lo que hagamos.
Pero sí es cierto, que podemos cambiar el foco (no es lo mismo quedarnos en la queja, que resaltar aquello por lo cual agradecer cada día); que podemos dejar de compararnos con otros (porque en general, tenemos mucho más que otras personas, y eso no lo vemos... vemos lo que nos falta); y que si algo no nos gusta, y de verdad queremos hacer algo distinto... podemos (así sean pasos pequeños pensando en el largo plazo).
¿Qué pensas vos?
Comments