Las vacaciones no son un imprevisto

Que nuestros colaboradores se tomen vacaciones, no son un imprevisto.

Que alguien que nos viene diciendo que “así no está bien”, que “quiere crecer”, que “no le gusta tal y cual situación”, o que simplemente, no está con las mismas ganas de antes, y un día…renuncia.. no, no es un imprevisto.

Que venza un balance, que haya que presentar tal liquidación impositiva, que necesitemos recursos financieros para hacer frente a nuestras obligaciones con proveedores… no, no son imprevistos.

Ahora, como son situaciones que, en general, “no hacen ruido”, muchas veces no las vemos venir. O sí, sabemos que están dando vueltas, pero “nunca hay tiempo”, es lo que “puede esperar”, ya que las urgencias del día a día (sí, muchas, pudieron preverse 😊 ) nos llevan por delante.

¿Y qué hacemos? Primero, en nuestra agenda la estrategia necesita ganar lugar. Y si no lo hacemos nosotros, ¿quién? Nadie va a venir a “liberarme” media hora los lunes. Nadie va a venir a darle prioridad a contar con información para tomar mejores decisiones. Nadie va a venir a decir que esto que no necesita resolverse “ya” igual requiere su lugar hoy, para que no sea un problemón a futuro.

¿Y qué otras acciones nos pueden ayudar a minimizar los imprevistos?

. Hacer zoom, ver más amplio, con perspectiva.

Contar con elementos que nos permitan una “visión macro”, con identificación de los puntos clave a los cuales realizar seguimiento para que no nos estallen de la noche a la mañana: una especie de mapa del negocio/área sobre el cual contar con información; agendas de vencimientos; contar con información sobre los 3 o 4 elementos fundamentales.

. Escuchar. Aprender a hacer buenas preguntas, esas que dejan ver la forma de pensar del otro. Somos personas relacionándonos con personas. Nos comunicamos desde la voz, en lo que hacemos/no hacemos. ¿Estaremos alejados? ¿Nos falta sensibilidad con respecto a lo que está sucediendo? En mi práctica profesional veo muy seguido que lo que tiene que ver con los vínculos profesionales suele ser uno de los temas que “total, puedo ocuparme en otro momento”. Y no… a veces, es tarde.

Los imprevistos siempre van a suceder: así es la vida. Sin embargo, la llamada de atención es cuando TODO es un imprevisto, o cuando son situaciones que se repiten una y otra vez, o cuando es algo que nos damos cuenta, pudimos hacer algo diferente: si es el caso, aprender, y accionar distinto pensando a futuro puede sernos de valor.