"No me escuchan"
- Rosana
- 3 oct 2022
- 2 Min. de lectura

Un cliente (con bronca) me decía "mi jefe no me escucha".
Eso le generaba impotencia, frustración.. desmotivación. Una sensación de lucha día tras día.
Y claro, si no nos escuchan, de alguna manera fácilmente lo interpretamos como que "no somos tenidos en cuenta". De ahí, a pensar que "mi trabajo no tiene valor" es un paso chiquito. Con lo cual, la búsqueda de otro trabajo, de otra organización donde sí se me considere parece la mejor opción. O peor.. quedarnos allí, "a pesar de todo" porque consideramos que no tenemos otras alternativas. Agotamos las instancias.
ALTO. ¿Qué es ese "no me escucha"? (y continúo con el ejemplo en mi cliente)
¿Es que no se reúne con vos? "No, tenemos diálogo frecuente" (me contesta)
¿Es que le envias un email solicitandole algo y te lo deja pendiente? "No, tampoco. A veces tarda, pero si no lo resuelve él me indica a quién contactar"
¿Es que no te da feedbak sobre tu trabajo? "No, tampoco. En realidad está bastante pendiente del equipo, y lo que hacemos"
En realidad... lo que pasaba era que su jefe no hacía lo que mi cliente le "sugería" como "LA" respuesta. Era que su jefe tenía una forma de gestionar los temas "hacia arriba" distinta a la que consideraba "debía ser" mi cliente. Era que su jefe tenía sus propias prioridades (sí, quizás podría ser más transparente), y lo que para mi cliente era "urgente" que "lo vea ya", demoraba. Era que su jefe tenía su manera de relacionarse, de organizarse, de priorizar distinta a la forma en que mi cliente creía era "la forma de trabajar".
Entonces, hoy quiero llamar la atención sobre lo que nos decimos, y lo que ejecutamos en función a ello.
Aprender a validar (con datos) aquello que sostenemos y nos repetimos como "verdades", y sobre las cuales no sólo nos afectan emocionalmente, sino que nos llevan a tomar decisiones, y ciertas acciones.
Cuestionar, si no será que queremos que los otros sean y respondan "como lo haríamos nosotros", y, al no suceder, es fuente de frustración y enojo.
Por supuesto, si ello tiene que ver con nuestros valores, y son cuestiones que hacen a nuestros "no negociables", ahí sí, buscaremos otro trabajo, otra empresa o actividad, otras alternativas.. pero desde nosotros. Desde nuestros propios objetivos.
¿Te pasó? ¿Te reconocés en una situación similar?
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